El JNE declaró a Rosa Quartara alcaldesa de Magdalena, en reemplazo de Francis Allison
Las penas no acaban para Francis Allison. A su fugaz y estrepitosa estadía en el Ministerio de Vivenda, ahora se suma la pérdida inexpugnable de la alcaldía de Magdalena, que ahora pasará a manos de la teniente alcaldesa Rosa Elvira Quartara Carrión de Ruas.
El alejamiento definitivo de Allison de la administración edil quedó más que ratificado en la Resolución 631-2009, emitida por Jurado Nacional de Elecciones (JNE), a pedido del propio ex alcalde, quien, vaticinándose con la banda ministerial, mandó a que otro se hiciese cargo del que le consideró un deleznable puesto del Estado, el 25 de agosto pasado.
El concejo municipal del JNE acordó declarar la vacancia tres días después, de acuerdo con el numeral 10 del artículo 22 de la Ley Orgánica de Municipalidades, que entre otras cosas señala como impedimento para ejercer la alcaldía, desempeñar otros cargos del Estado. (En este caso, el de ministro de Vivienda.)
Pero el quedarse sin despacho no lo expugna de rendir cuentas con la justicia. El Congreso le ha dado hasta mañana para justificar sus codeos con Elías Ponce Feijóo y el resto de taimados chuponeadores de Business Track, pues en la reunión que sostuvo con la comisión encargada del tema, fue incapaz de decir ni “pe” ante las preguntas.
Allison ha señalado que todo se trata de un ultraje, una campaña de “demolición y calumnia” en su contra a la que se sumaron “muchos medios de comunicación”, con la intención de no dejarle trabajar.
El concejo municipal del JNE acordó declarar la vacancia tres días después, de acuerdo con el numeral 10 del artículo 22 de la Ley Orgánica de Municipalidades, que entre otras cosas señala como impedimento para ejercer la alcaldía, desempeñar otros cargos del Estado. (En este caso, el de ministro de Vivienda.)
Pero el quedarse sin despacho no lo expugna de rendir cuentas con la justicia. El Congreso le ha dado hasta mañana para justificar sus codeos con Elías Ponce Feijóo y el resto de taimados chuponeadores de Business Track, pues en la reunión que sostuvo con la comisión encargada del tema, fue incapaz de decir ni “pe” ante las preguntas.
Allison ha señalado que todo se trata de un ultraje, una campaña de “demolición y calumnia” en su contra a la que se sumaron “muchos medios de comunicación”, con la intención de no dejarle trabajar.
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